¿Sabes cómo retrasar la eyaculación masculina?
¿No?
Pues los hombres son capaces de pasar de 0 a 100 mucho más rápido que las mujeres y…
Ya sabes, esta diferencia puede causar que el chico consiga su orgasmo mucho más rápido que la mujer, esto no quiere decir que sea eyaculador precoz (ese es otro tema).
Existen técnicas para poder retrasar la eyaculación, aunque depende mucho del nivel de excitación…
Si te gusta mucho tu pareja y te pone muy cachondo es posible que consigas el orgasmo muy rápido, pero existen algunas técnicas que pueden ayudarte a retrasar el momento del clímax.
En este post vamos a enseñarte algunas técnicas y algunos consejos para que la eyaculación no sea tan sobrevenida.
¡Vamos al lio!
A continuación, te mostramos algunas técnicas que te ayudarán a retrasar el orgasmo y a disfrutar al máximo de tus encuentros sexuales.
La técnica Stop & Start es una de las estrategias más efectivas para prolongar el acto sexual y evitar un orgasmo prematuro. Durante los momentos más intensos del sexo, el grado de excitación puede desbordarse rápidamente, lo que conduce a un clímax anticipado. Para controlar este impulso, lo mejor es detenerse por completo cuando sientas que el orgasmo está cerca.
¿Cómo funciona?
Cuando notes que estás alcanzando el punto de no retorno, detén todo movimiento durante unos segundos. Esto no significa disminuir el ritmo, sino hacer una pausa total que permita reducir el nivel de excitación. Una vez que el deseo se haya controlado, puedes retomar el ritmo con más confianza.
Precauciones al usar esta técnica
Es importante mantener la conexión con tu pareja durante estas pausas. Explícale lo que estás haciendo y convierte esos momentos en una oportunidad para intensificar las caricias o el contacto visual. Aunque puede resultar frustrante si se repite demasiadas veces, con práctica se logra un equilibrio entre control y placer.
Consejo extra: Puedes combinar esta técnica con ejercicios de respiración profunda para maximizar el control sobre tu excitación. Así, disfrutarás de relaciones sexuales más prolongadas y placenteras, tanto para ti como para tu pareja.
¡Prueba el método Stop & Start y transforma tu vida sexual!
Controlar la respiración también puede ser un buen método para retrasar la eyaculación masculina y prolongar las relaciones sexuales.
Intenta controlar la respiración, sin darte cuenta estarás retrasando lo inevitable y conseguirás orgasmos más intensos.
Disminuir el ritmo de la respiración ayudará a relajar un poco la tensión sexual y alargara la relación.
Tampoco te concentres demasiado en esta técnica ya que es posible que tu mente se centre en respirar y pierda algo de excitación.
La psicología desempeña un papel crucial en el control de la eyaculación masculina, especialmente cuando los factores emocionales o mentales son los principales desencadenantes. Ansiedad, estrés o preocupaciones relacionadas con el desempeño sexual pueden dificultar el control eyaculatorio, llevando a un clímax más rápido de lo deseado.
Técnicas psicológicas útiles
En muchos casos, aprender a gestionar estas emociones a través de la relajación o la terapia puede ser muy efectivo. Métodos como la terapia cognitivo-conductual pueden ayudarte a identificar patrones de pensamiento negativos y reemplazarlos por estrategias positivas y enfocadas en el control. Además, ejercicios de mindfulness o atención plena pueden ser útiles para mantener la calma y el enfoque durante las relaciones sexuales, disminuyendo la presión de «durar más».
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si la eyaculación prematura tiene raíces profundas, como traumas emocionales o inseguridades, acudir a un psicólogo especializado en terapia sexual es una excelente opción. Estos profesionales pueden ofrecer herramientas personalizadas que te permitan superar el problema y ganar confianza en tus encuentros íntimos.
Recuerda, abordar los aspectos psicológicos no solo mejora el control sobre la eyaculación, sino que también enriquece tu vida sexual al reducir el estrés y fomentar una conexión más profunda con tu pareja. ¡Dale la importancia que merece y disfruta de una vida sexual plena y equilibrada!
También es importante dejar atrás los hábitos adolescentes, ya que en esa época es posible que la eyaculación sea forzada por el miedo a ser sorprendido o tardar demasiado en el baño.
Este tipo de acto rápido puede convertirse en una costumbre y ser como un acto reflejo que no se pueda evitar en la madurez.
Hay que practicar ejercicios que ayuden a retrasar el clímax, este tipo de ejercicios conseguirán que se controle de una manera más eficaz el orgasmo.
Un ejercicio muy simple que te ayudara a controlar la eyaculación consiste en cortar el flujo de orina unas cuantas veces, practicando este ejercicio se consigue un mayor control de la eyaculación.
El estrés y la ansiedad son enemigos del control sexual. Si estás demasiado preocupado por «no durar lo suficiente», es más probable que el clímax llegue antes de lo que deseas. Para evitar esto:
Aunque parezca extraño, controlar tus pensamientos puede ser una técnica efectiva para retrasar la eyaculación.
En el momento en que sientas que estás cerca del orgasmo y que este está a punto de llegar demasiado rápido, intenta redirigir tu mente hacia algo que no esté relacionado con el acto sexual.
En lugar de concentrarte únicamente en el placer y la excitación, imagina una escena neutral o incluso aburrida durante unos segundos.
Esto puede ayudarte a desacelerar la excitación y a posponer el clímax. Otra opción es enfocarte en sensaciones corporales que no sean tan estimulantes, como la presión de tus pies en el suelo o el roce de las sábanas. Este cambio en la concentración reduce la intensidad de la estimulación y permite un control más efectivo.
Recuerda que este es solo uno de los métodos para mejorar el control eyaculatorio y prolongar las relaciones sexuales, pero es importante combinarlo con otras técnicas para obtener resultados óptimos.
El cambio de ritmo es una de las técnicas más efectivas para retrasar la eyaculación y prolongar el acto sexual. Durante el encuentro, la velocidad y la intensidad de los movimientos juegan un papel crucial en el control del orgasmo. Alterar el ritmo no solo ayuda a mantener el control sobre las sensaciones, sino que también contribuye a mantener el placer sin llegar demasiado rápido al clímax.
Para comenzar, es recomendable comenzar despacio. Al iniciar el acto sexual con un ritmo lento y controlado, puedes familiarizarte con las sensaciones y hacer que tu excitación se construya de forma gradual. Esto te permitirá conocer tus límites y evitar que el orgasmo llegue demasiado rápido.
Solo cuando tengas más control sobre tu excitación, puedes empezar a acelerar el ritmo. Sin embargo, es importante hacerlo con precaución y no dejarte llevar por la prisa, ya que acelerar demasiado rápido podría desencadenar una eyaculación prematura.
Si sientes que estás cerca del clímax, cambiar de movimiento o de postura es otra forma eficaz de retrasar la eyaculación. Por ejemplo, puedes interrumpir los movimientos pélvicos, cambiar la posición en la que estás o optar por un enfoque diferente en cuanto a la penetración.
Posturas como el misionero, con un control más equilibrado, suelen permitirte tener un mayor control sobre la penetración y las sensaciones.
Otra técnica útil es alternar penetración con caricias y juegos previos. A menudo, la sobreestimulación causada por la penetración continua puede llevar a un orgasmo prematuro. Incorporar caricias, besos y juegos previos no solo mejora la conexión emocional con tu pareja, sino que también ayuda a reducir la estimulación directa y a aumentar el control.
Tómate tu tiempo para disfrutar del proceso y cambiar el enfoque hacia otras formas de placer sin llegar directamente al clímax.
En definitiva, el cambio de ritmo es una herramienta poderosa para controlar la eyaculación y disfrutar de relaciones sexuales más largas y satisfactorias.
Recuerda que la clave está en encontrar el equilibrio entre la excitación y el control, así como en comunicarte con tu pareja para lograr una experiencia mutuamente placentera.
El músculo pubocoxígeo (PC) es fundamental para el control eyaculatorio y juega un papel clave en la capacidad de retrasar la eyaculación. Este músculo forma parte del suelo pélvico y, cuando está fortalecido, permite un mejor control durante las relaciones sexuales.
Aprender a fortalecer el músculo PC con ejercicios específicos puede mejorar significativamente la resistencia sexual y ayudarte a disfrutar de relaciones más largas y placenteras.
Una de las formas más efectivas de entrenar el músculo PC es a través de los ejercicios de Kegel. Estos ejercicios consisten en contraer y relajar el músculo pubocoxígeo de manera controlada. Para realizarlo correctamente, es importante identificar el músculo adecuado: es el mismo que utilizarías para detener el flujo de orina durante la micción.
Una vez que lo identifiques, contrae el músculo durante unos segundos y luego relájalo. Practicar estos ejercicios de manera regular puede aumentar la fuerza y el control sobre la eyaculación.
La clave para un entrenamiento efectivo del músculo PC es la constancia.
Puedes realizar las repeticiones varias veces al día, asegurándote de descansar entre cada serie para no sobrecargar el músculo. Idealmente, deberías realizar 3 series de 10 repeticiones, aumentando gradualmente la duración de las contracciones conforme vayas mejorando. Con el tiempo, notarás que tu capacidad para controlar el orgasmo mejora, y tu resistencia en el sexo se incrementa.
Además de realizar los ejercicios de Kegel de manera regular, también puedes practicar la técnica de «stop-start» y la técnica de control de respiración, ya que estas pueden complementarse con el fortalecimiento del músculo PC, mejorando aún más el control eyaculatorio.
Incorporar los ejercicios de Kegel a tu rutina diaria no solo te ayudará a prolongar el placer, sino que también puede tener beneficios adicionales para la salud sexual y la fuerza del pene. Con el tiempo, lograrás un mejor control durante las relaciones sexuales, lo que te permitirá disfrutar más del acto sexual y mejorar tu rendimiento.
El uso de juguetes sexuales para hombres especializados puede ser una solución eficaz para aquellos hombres que buscan mejorar su control eyaculatorio. En el mercado existen diversos dispositivos diseñados específicamente para ayudar a retrasar la eyaculación y prolongar el placer, lo que permite una experiencia sexual más duradera y satisfactoria.
A continuación, te mostramos algunos de los juguetes más populares y efectivos para este propósito:
Uno de los juguetes sexuales más comunes para retrasar la eyaculación son los anillos para el pene. Estos dispositivos se colocan en la base del pene para mantener la erección durante más tiempo.
El anillo actúa restringiendo el flujo sanguíneo en el pene, lo que puede reducir la sensibilidad y, por lo tanto, ayudar a retrasar el clímax. Los anillos de erección son ideales para hombres que desean mantener una erección firme mientras practican técnicas de control durante el sexo.
Algunos modelos vienen con pequeñas protuberancias o texturas para estimular a la pareja durante la penetración, mejorando la experiencia para ambos.
Los masturbadores especializados son otra herramienta efectiva para practicar técnicas de control eyaculatorio.
Estos juguetes permiten que los hombres experimenten sensaciones similares a las de un encuentro sexual real, pero sin la presión de estar en medio de un acto con una pareja.
Existen masturbadores con texturas internas diseñadas para reducir la estimulación excesiva, lo que permite practicar la técnica de stop-start o la de control de respiración mientras se disfruta de un placer controlado.
Al usarlos regularmente, puedes mejorar gradualmente tu control sobre la eyaculación.
Además de los anillos y masturbadores, existen cojines y anillos de control con vibración que se colocan durante el acto sexual para proporcionar estimulación adicional.
Estos juguetes no solo ayudan a retrasar la eyaculación, sino que también aumentan la intensidad del placer durante la penetración.
El uso de vibradores en pareja o anillos con vibración permite disfrutar de una experiencia sexual más intensa, al mismo tiempo que se mantiene el control sobre la eyaculación.
Los preservativos retardantes son una opción adicional para aquellos que desean controlar la eyaculación durante el acto sexual.
Estos preservativos están diseñados con una lubricación especial que ayuda a reducir la sensibilidad del pene, prolongando la duración del acto sexual.
Aunque no son estrictamente un juguete, los preservativos retardantes son muy efectivos cuando se combinan con otros dispositivos, como anillos de erección o técnicas de control mental.
Aunque las bolas chinas o ben wa son más conocidas por su uso en la tonificación del suelo pélvico, también pueden ser útiles en la práctica de control sexual.
Estas pequeñas esferas se insertan en la vagina de la pareja y pueden proporcionar estimulación interna que obliga al hombre a controlar su excitación para evitar la eyaculación prematura.
Al practicar con ellas, el hombre puede aprender a controlar mejor las sensaciones y aumentar su resistencia en el sexo.
Los gels o sprays desensibilizantes pueden ser una solución rápida para reducir la sensibilidad del pene y prolongar el acto.
El cambio de postura durante el acto sexual es una de las técnicas más efectivas para retrasar la eyaculación y prolongar la experiencia.
Algunas posiciones favorecen un control más preciso sobre las sensaciones, mientras que otras pueden intensificar la estimulación y llevarte al clímax más rápidamente.
Experimentar con diferentes posturas sexuales puede ayudarte a descubrir las que mejor se adapten a tus necesidades y que te permitan durar más tiempo.
Algunas posiciones sexuales tienden a generar menos fricción y estimulación, lo que ayuda a retrasar el orgasmo.
Por ejemplo, el misionero con movimientos lentos y controlados suele ser una opción ideal para quienes desean evitar la eyaculación precoz.
En esta postura, el hombre puede controlar mejor el ritmo y la profundidad de la penetración, lo que le permite frenar a tiempo si empieza a sentir que está cerca del clímax.
En el misionero, la cercanía y la intimidad con la pareja pueden generar una conexión emocional que también facilita el control mental sobre el orgasmo.
Puedes probar y explorar diversas posturas del famoso kamasutra.
Si aún no dominas completamente las técnicas de control de la eyaculación, es recomendable evitar posturas en las que tu pareja tenga el control total del ritmo.
Posturas como la cavalier o el perrito pueden ser muy estimulantes para el hombre debido a la intensidad de la fricción, lo que puede acelerar el momento del clímax.
En estas posiciones, la penetración profunda y rápida puede generar una excitación excesiva y aumentar el riesgo de eyacular demasiado pronto.
En cambio, posturas como la cuchara o el loto favorecen un ritmo más lento y controlado.
La cuchara, por ejemplo, permite una penetración más suave y menos estimulante, mientras que el loto fomenta un contacto cercano y una conexión más emocional entre ambos, lo que puede facilitar la concentración y el control.
En cualquier postura, puedes jugar con el ritmo y los movimientos para controlar la excitación. Cambiar de ritmo, alternando entre movimientos rápidos y lentos, también puede ayudarte a retrasar el clímax.
Cuando sientas que el orgasmo se acerca, disminuye la velocidad y cambia la penetración por caricias o besos, lo que te dará un respiro y evitará que el clímax llegue demasiado pronto.
El sexo no tiene por qué ser un todo o nada. Si experimentas un desliz y eyaculas antes de lo esperado, lo más importante es no frustrarte.
Todos hemos estado allí en algún momento. La presión de «durar más» puede aumentar la ansiedad, pero recuerda que la experiencia sexual es mucho más que solo el acto de penetración.
Cuando te des cuenta de que la eyaculación ha llegado antes de lo deseado, lo mejor es tomarte un descanso breve.
Respira profundamente y relájate.
No te apresures a volver a intentarlo.
El estrés y la preocupación solo aumentarán la presión.
Aprovecha para desconectar un poco y permitir que tu cuerpo se recupere antes de continuar.
La comunicación en pareja es esencial para abordar la eyaculación temprana de manera saludable y sin estrés.
Hablar abiertamente sobre lo ocurrido, en un ambiente relajado y sin juicios, ayuda a reducir tensiones y evita que la situación se convierta en un problema mayor.
Explica cómo te sientes y escucha también lo que tu pareja tiene para decir.
Este intercambio no solo fortalece la confianza mutua, sino que también permite explorar juntos soluciones o técnicas que les ayuden a disfrutar más del sexo.
Si ambos están cómodos y seguros al abordar este tema, será más fácil afrontar cualquier inconveniente y convertirlo en una oportunidad para mejorar su vida sexual. Recuerda que la confianza y el apoyo mutuo son la base para superar cualquier obstáculo en la relación.
Hablar sin miedo puede ser el primer paso hacia el cambio que buscas.
Si sientes que no puedes seguir adelante, no te des por vencido. Aún tienes muchas formas de seguir disfrutando el momento.
Puedes recurrir a caricias, sexo oral, o incluso juguetes sexuales.
Las caricias pueden ser una forma perfecta de reconectar con tu pareja y mantener el deseo sin la necesidad de penetración.
Los juguetes sexuales para hombres también son excelentes para continuar el placer de una manera diferente, sin presionar a tu cuerpo.
Recuerda que el sexo no debe ser una carrera.
Cada momento de intimidad es una oportunidad para disfrutar y explorar el deseo mutuo.
Si todo falla, simplemente empieza de nuevo y encuentra otras formas de conexión que te permitan a ti y a tu pareja sentir satisfacción sin presión.
Al final, lo más importante es disfrutar del placer y la compañía sin preocuparse por los tiempos.
Retrasar la eyaculación masculina no es algo imposible, pero sí requiere práctica, paciencia y, en algunos casos, un poco de ayuda externa.
Ya sea mediante técnicas físicas, control mental o experimentando con productos especializados, puedes aprender a durar más y disfrutar al máximo de tus relaciones.
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